Una vÃa espectacular de los años 60 abierta por Alberto Rabadá y Ernesto Navarro. La vÃa fue reequipada hace unos años quedando una escalada segura pues todas las reuniones son dos argollas rapelables y en los pasos clave también existen seguros fijos. Sin embargo todavÃa mantiene ese encanto en el que si vas un poco justo de grado te hará sudar más de la cuenta.
El pasado domingo, por fin tras muchos intentos quedo con Ãlvaro para llevarnos otra clásica de nuestros queridos Mallos de Riglos. Una vÃa espectacular de los años 60 abierta por Alberto Rabadá y Ernesto Navarro. La vÃa fue reequipada hace unos años quedando una escalada segura pues todas las reuniones son dos argollas rapelables y en los pasos clave también existen seguros fijos. Sin embargo todavÃa mantiene ese encanto en el que si vas un poco justo de grado te hará sudar más de la cuenta. La roca en general es buena a excepción del último largo (V+) pero siempre hay que "llamar antes de entrar" pues yo tiré un bolo más grande que mi cabeza, menos mal que iba de segundo y no habÃa nadie debajo, vaya susto!!!
Una vez en tierra firme celebramos esta Rabadá- Navarro con unas cervecicas como bien es merecido, pero el dÃa aun no ha acabado y a un kilómetro de Ayerbe nos quedamos sin gasolina...no podÃa ser todo tan perfecto!! Vamos hasta Ayerbe andando y para cuando llegamos a la gasolinera nos dicen que el bidón no está homologado, anda no me jodas que estoy tirado en la carretera!! Al final, le lloramos un poco y conseguimos que nos venda la gasolina y vuelta al coche por el arcén con los chalecos y la frontal. Para cuando conseguimos arrancar el coche se nos cruza un pedazo de jabalà por la carretera, joder!! Y es que una Rabadá- Navarro no acaba hasta que no se llega a casa...
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